lunes, 2 de mayo de 2011

La primera vez!!!


Cuando recordamos aquellas primeras veces siempre aparecen en nuestros corazones cierto suspiro de nostalgia y de evaluación de lo vivido. Es que aunque no queramos esas primeras veces siempre quedan guardadas en nuestro corazón e indudablemente también las personas que participaron en ello.

Si yo las hago recordar su primer beso, ojalá puedan recordarlo, sin duda alguna su hoy corazón de mujeres se colocara como una niña que se enternece con esa imagen o por el contrario será la evaluación de un momento que prefieren olvidar.

Es que no siempre las primeras veces son eso con lo que soñamos tanto tiempo. Muchas de ellas vienen cargadas de dolor y de malos momentos que valen la pena olvidar o que incluso pueden ameritar pedir ayuda terapéutica según sea el caso.

Nos han hablado tanto de la “primera vez” aludiendo a nuestra primera experiencia sexual como algo maravilloso, como si fuera un momento de inconsciencia, donde sabemos cómo empezará pero nunca como será su proceso y menos su final. Lo mismo pasa con el primer beso, el primer hijo, etc.

La verdad es que pocas veces esa primera vez sexual tiene la magia de los cuentos, se parece más bien a una clase práctica de biología que a un encuentro amoroso, donde las molestias físicas son más intensas que las reacciones emocionales y donde vivirlas pueden determinar el cómo será mi evaluación de esa experiencia en el futuro.

Quizás en esta parte del análisis empieza a importar pensar en el cómo se vive esa primera desde nuestra voluntad y desde nuestro control y por sobre todo como podemos hacerlo bien para que forme parte positiva de nuestra vida emocional.

Llama la atención como hoy en día no parece tener tanta importancia todo lo que se vive por primera vez. Muchas chicas besan y los chicos besan sin ni siquiera preguntar el nombre y muchos de ellos sólo lo preguntan después de haber besado. Lo mismo pasa con el primer contacto sexual y con mayor razón con la primera relación sexual.
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Es importante entender que la virginidad no se pierde como siempre se dice, yo puedo en realidad perder un llavero o mi teléfono móvil y puedo tener suerte y volver a encontrarlo. La virginidad se regala, lo mismo que un beso o una caricia y por lo tanto parece central el tener conciencia de a quién se lo voy a dar...


Todos necesitamos ser queridos, que nos respeten y que nos cuiden sobre todo cuando se refiere al mundo emocional, pero también es cierto que para que eso ocurra debemos partir con nosotros mismos y por lo tanto colocar todos los límites necesarios para que no nos hagan daño....